"La Flaca" y la historia de España
Como vengo escribiendo desde la creación de
este blog, la Historia es una ciencia que se enriquece y complementa desde
muchos ámbitos. El que traigo hoy a colación, es el de la caricatura, y qué
mejor que usar las publicadas por la revista satírica La Flaca, cuyas imágenes ilustran de forma mordaz el panorama
político español desde el Sexenio Democrático hasta la Restauración.
La
Flaca comenzó su andadura el 27 de marzo de 1869. Si bien era una
revista satírica de la política, queda clara su marcada tendencia republicana y
federal, tal y como refleja en sus ilustraciones. El nombre de la revista hacía
alusión a la situación del pueblo español. Como vemos en la portada de la
revista en su primera año, la mujer laureada y el león simbolizan la alianza de
la monarquía y el pueblo que, según la opinión de los republicanos, andaba ya
raquítica, debido al mal estado de ambos entes.
Como ya hemos mencionado y se deduce de su
tendencia política, la revista era abiertamente antimonárquica, a la vez que
anticlerical y anticarlista. Además, desde sus inicios se mostraron férreamente
opuestos a la figura del heroico general Prim, a quien vilipendiaron en sus
publicaciones por considerarle un traidor a las ideas que motivaron “La
Gloriosa”.
Pasemos a ver algunas de sus ilustraciones. En
estos primeros ejemplos la revista critica la búsqueda de un rey para España por
parte del Gobierno Provisional, liderado por Prim (presidente y ministro de
guerra), Serrano (Regente) y Topete (Marina). Mientras
el nuevo gobierno realizaba medidas de mayor apertura democrática, procedieron
a la búsqueda de un rey para España, pues consideraban que la dinastía caída no
habría de volver jamás, al igual que la República, considerada como un camino
incierto.
Encontramos también las críticas dirigidas
hacia el clero y los carlistas, considerados como intransigentes a ultranza, como
gentes que quieren acabar con el progreso conseguido y volver a sumir a España
en las tinieblas del Antiguo Régimen. En el
siglo XIX, España padeció tres guerras carlistas, con el consiguiente gasto que
mantener una guerra conlleva. Durante todo el siglo, los diferentes gobiernos combatieron
a los partidarios de la vuelta al absolutismo. El clero, que se vio despojado
de sus posesiones en las sucesivas desamortizaciones, recelaba de las ideas liberales.
Su intransigencia en materia educativa y su apoyo al carlismo le granjeó la
enemistad y la situó en el punto de mira de las voces más críticas.
Igualmente, alusiones al breve reinado de
Amadeo de Saboya, cuyo mandato duró apenas dos años entre constantes tensiones. Tras
el asesinato del general Prim, su principal valedor, Amadeo se encontró con
escasos apoyos y una feroz oposición no sólo por parte de los alfonsinos, los
republicanos y los carlistas, sino también de la Iglesia y de miembros del
mismo partido que votó su elección como rey.
Y el momento más esperado para la revista. La
llegada de la República, que no obstante es igualmente objeto de críticas. Su
débil instauración y los desórdenes que la siguieron como la insurrección
cantonalista y la nueva guerra carlista, así como las medidas autoritarias de
Castelar para poner orden de nuevo.
Por último, y para poner fin a este recorrido
caricaturesco de la historia de España, la Restauración de los Borbones y la
caciquismo. La caída de la República conllevó la proclamación
de Alfonso XII de Borbón como rey de España. Desde entonces, se inició un
sistema democrático corrupto basado en el turno del poder, es decir, cuando las
cosas se ponían feas para el gobierno, se convocaban elecciones –debidamente manipuladas-
y subía el otro partido al poder hasta que éste tuviera problemas.
Desde entonces, la escuálida mujer laureada
siguió languideciendo hasta su muerte y resurrección a lo largo del siglo XX.
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