Nazismo, II Guerra Mundial y Heavy Metal

El nazismo y la II Guerra Mundial son, sin duda alguna, dos de los temas más estudiados de la historia contemporánea y que más interés han suscitado. Existen innumerables fuentes sobre el tema: documentales, películas, vídeos contemporáneos, fotografías, testimonios de veteranos y supervivientes etc... El historiador dispone, para su regocijo, de sobrado material para su empleo didáctico.
Desde Adarga Antigua, quisiera destacar la música como otro medio de conocimiento. Pese a que existen grupos que han dedicado canciones a ciertos episodios de la II Guerra Mundial, la discografía del grupo de power metal Sabaton, despierta gran interés por el número de canciones de contenido histórico bélico, en especial sobre las dos guerras mundiales. Como la mayoría de bandas que se enmarcan en el heavy metal, este grupo sueco adopta una indumentaria pintoresca -visten pantalones de camuflaje militar en sus conciertos-. Pero salvando su imagen y estilo musical que puede no gustar a todo el público, hay que destacar la letra de sus canciones, que describe con gran exactitud y claridad los hechos que narran. He aquí algunos ejemplos:
Rise of Evil (Ascenso del Mal): Narra el ascenso del nazismo en Alemania y lo que supone la toma del poder de Hitler. Se presenta la situación de Alemania después de la Gran Guerra, una nación derrotada, con una profunda crisis económica agravada por el Crack de 1929. Habla de la humillación que sentía el pueblo alemán tras el Tratado de Versalles que había puesto fin a la guerra, por el cual las potencias vencedoras responsabilizaban  a Alemania como la gran responsable del sangriento conflicto. Por ello, impusieron a Alemania desorbitadas reparaciones de guerra –lo que sumió al país en una profunda crisis- además de una reducción drástica de su ejército y pérdidas territoriales como las colonias africanas, Alsacia, Lorena y el corredor de Danzig (Polonia). Estas cláusulas generaron un profundo rechazo y malestar en la población, situación que aprovechó un veterano de guerra para acabar con la democracia e instaurar el régimen dictatorial del III Reich. La canción prosigue con las políticas de Hitler: la recuperación económica de Alemania gracias al proteccionismo y al impulso a la industria de guerra (lo que presagiaba una guerra inevitable para amortizar el gasto); la reconstrucción del Ejército alemán; el rechazo a cumplir con los pagos estipulados en el Tratado de Versalles; sus planes de extensión de lebensraum –espacio vital alemán-; la quema de libros; y la propaganda antisemita que derivaría en los campos de exterminio. En este punto, se pregunta quién podrá detener este reinado de locura y terror. A continuación, realiza una alusión a la Noche de los Cristales Rotos en noviembre de 1938, cuando tropas de asalto de las SA (Sturmabteilung, brazo paramilitar del Partido Nazi, también conocidos como camisas pardas) lincharon y asaltaron a los ciudadanos judíos así como sus propiedades y sinagogas –dejando las calles repletas de vidrios rotos procedentes de los escaparates y ventanas-. Tras mencionar la anexión de Austria (Anschluss) en 1938 –otra de las prohibiciones del Tratado de Versalles-, prosigue con la política belicista y expansionista de Alemania (Crisis de los Sudetes, que termina con la anexión de Checoslovaquia). Mientras, el resto de Europa contiene el aliento ante una inminente guerra que no se sabe dónde va a estallar, cuál va a ser el próximo país en caer bajo la bota nazi.



The Final Solution: Esta canción alude al plan de la conocida como “solución final a la cuestión judía”. Dicho plan consistía en la deportación en masa de judíos procedentes de los países ocupados por Alemania a campos de concentración y exterminio. Ejemplos como Auschwitz-Birkenau, Dachau, Treblinka, Mathausen, Bergen-Belsen... son algunos de los nombres de los campos de la muerte. Los judíos eran transportados en trenes de ganado hacia su destino final. Una vez en los campos, eran sometidos a trabajos forzados y a vivir en condiciones inhumanas. Los métodos de aniquilación eran los siguientes: quemados vivos en enormes hornos, gaseados en cámaras o duchas, ahogamientos masivos, ahorcados, fusilados en masa, envenenamiento masivo, desnutrición o en el mismo camino por hacinamiento en los vagones. Todo ello orquestado desde las altas esferas del nazismo, con Hitler como principal ideólogo y los mandos de las SS como los organizadores y ejecutores del plan, mantenido en secreto. Además de judíos, también fueron asesinados en los campos los disidentes políticos, eslavos, homosexuales, gitanos, testigos de Jehová, discapacitados y otros colectivos considerados como “inferiores”.

Uprising y 40-1: Tras la invasión y conquista de Polonia entre septiembre y octubre 1939, los nazis se hicieron con el control del país. En Varsovia, levantaron un muro para separar los barrios de polacos arios del barrio judío, que pasó a ser denominado como “gueto”. Los judíos fueron obligados a llevar un brazalete con la estrella de David, símbolo de su religión para ser identificados –de no llevarla puesta y ser reconocidos, serían ejecutados-. Las casas de los judíos fueron confiscadas y éstos fueron realojados dentro del gueto junto a sus correligionarios. Obligados a trabajar en pésimas condiciones, se les redujo drásticamente la ración de alimentos de forma que las muertes por inanición se dispararon. Mientras tanto, los alemanes iniciaron el proceso de transporte de judíos a campos de concentración y exterminio. Los 400.000 judíos que habitaban en Varsovia antes de la guerra (30% de la población de la ciudad) fueron aniquilados. Ante las constantes y masivas deportaciones de judíos a los campos, en 1943 las organizaciones clandestinas tomaron el control del gueto, rechazando a los soldados de las SS. Los alemanes respondieron con tanques, lanzallamas y artillería pesada a los rifles, pistolas y bombas caseras de los insurgentes. Los combates se hicieron cada vez más encarnizados, casa por casa, e incluso por las alcantarillas y túneles de la ciudad por donde intentaron huir los resistentes. Tras casi un mes de sangrientos combates, los insurgentes fueron derrotados. Durante el levantamiento murieron unos 7.000 judíos en combate, otros 6.000 murieron quemados o asfixiados en sus refugios y el resto, alrededor de 40.000 fueron enviados a campos de exterminio. Por parte alemana, se contabilizaron en torno a 1.000 bajas. Al año siguiente, en agosto de 1944 la población de Varsovia, junto a tropas y partisanos polacos, se alzaron en armas contra los alemanes. Se inició entonces una feroz batalla en las calles de la capital polaca que acabó con la vida de decenas de miles de personas, la destrucción de la práctica totalidad de la ciudad y la deportación de centenares de miles de polacos a campos de concentración.

Panzerkampf: En referencia a la batalla de Kursk, célebre por el uso masivo de los tanques. En ella se enfrentaron el ejército soviético del mariscal Zhukov contra los alemanes en retirada dirigidos por Von Manstein. Esta batalla fue el último zarpazo de la Whermacht, que terminó siendo avasallada por el Ejército Rojo. Desde entonces, el avance ruso se hizo incontenible.

Stalingrad: Batalla de Stalingrado. En dicha batalla, la Whermacht y el Ejército Rojo se enfrentaron durante meses entre las ruinas de la ciudad. Pese a sufrir numerosísimas bajas, la superioridad numérica soviética se impuso. El mariscal Zhukov, tras atacar los flancos enemigos, consiguió rodear a los alemanes que había en la ciudad; ante la amenaza de una masacre, terminaron por rendirse. El balance de bajas es aterrador: en el bando soviético, en torno a 1.150.000 víctimas, de entre los que se cuentan unos 40.000 civiles; y por parte alemana, se contabilizaron alrededor de 734.000 caídos en combate y más de 100.000 prisioneros (de los cuales sólo 6.000 sobrevivieron al cautiverio, siendo liberados tras la muerte de Stalin entre 1955-56).

Primo Victoria: Canción dedicada al Día D. El 6 de junio de 1944, los aliados invadieron las costas de Normandía (Francia). Navíos británicos transportaron a los soldados hasta la costa de esta región, defendida por los alemanes por un sistema de fortificaciones. Tras sangrientos combates en las playas, los aliados consiguieron abrir un frente occidental desde el que iniciarían la ofensiva contra Alemania.


Attero Dominatus: Narra la feroz batalla de Berlín, en la que el Ejército Rojo, con alrededor de dos millones de soldados, rodeó la capital de Alemania y se enfrentó a la resistencia alemana hasta el suicidio de Hitler y la posterior rendición.


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